Defensa de la Pachamama
Desde el principio de la historia humana las mujeres hemos producido la alimentación para todos y todas. Las mujeres indígenas y campesinas, viviendo en el campo o en condición de migrantes en las ciudades, hemos garantizado nuestra subsistencia, la de nuestras familias y sociedades a través de la agricultura, la crianza de animales, el cuidado y manejo de las semillas, del agua, la tierra y de las plantas medicinales, así como con la preparación de alimentos, basándonos en nuestros conocimientos ancestrales, transmitidos de generación en generación.
Por eso una de nuestras principales luchas como FENMUCARINAP es la
defensa de la soberanía alimentaria.
Esto es: el derecho de los Pueblos de decidir sobre políticas y estrategias para la producción, distribución y consumo sustentable de alimentos,
basados en nuestras culturas, con un profundo respeto a la Pachamama,
nuestro lugar de vida.